EL MEGANIO DE 1728 Y EL DESASTRE AGROECONMICO DEL SIGLO XVIII

 

ARTURO ROCHA FELICES Consultor de Proyectos Hidrulicos

 

CONTENIDO

 

Introduccin.

Las lluvias.

Los daos.

El impacto agroeconmico.

Reflexiones finales.

Referencias.

 

En 1728 cuando era virrey del Per el teniente general don Jos de Armendriz, marqus de Castelfuerte, se present nuevamente en la costa norte un importante cambio del clima dominante, el que por sus caractersticas constituy un Meganio, que habra sido solo de la costa norperuana y sus proximidades, mientras no se demuestre lo contrario. Haba transcurrido apenas ocho aos desde el Meganio de 1720, cuyo impacto ms notable fue la destruccin de la villa y la campia de Zaa, cuando se present el segundo Meganio del siglo XVIII y el tercero de los once identificados en la costa norperuana en los ltimos cinco siglos, en la investigacin que viene realizando el autor.

Durante su largo gobierno de casi doce aos (1724-1736) el marqus de Castelfuerte tuvo que enfrentar graves problemas econmicos y polticos. A la disminucin de los ingresos provenientes de la minera se sumaron las insurrecciones, que ocuparon ciertamente la atencin del virrey.

1El Meganio de 1728 Arturo Rocha Felices

Segn la clasificacin de los Nios planteada por Quinn et al. el evento climtico de 1728 fue un Nio Muy Fuerte (VS, very strong en ingls). Aaden que la informacin disponible sobre sus caractersticas es de alta confiabilidad y consideran, seguramente basndose principalmente en la informacin de Feijo de Sosa, que su magnitud fue mayor que la del Meganio de 1720.

El impacto econmico y social de la anomala climtica de 1728 tiene que examinarse conjuntamente con el Meganio de 1720, pues el escaso lapso transcurrido entre ambos, en conjuncin con otros importantes factores ms adelante sealados, determinaron un dao impresionante especialmente en lo que despus fue el departamento de Lambayeque, cuya economa era muy dependiente del monocultivo de la caa de azcar.

No puede dejar de llamar la atencin la proximidad de dos eventos clidos extraordinarios ocurridos en la costa norperuana con solo ocho aos de diferencia. No se dispone de mediciones de las variables hidrometeorolgicas de la poca. Tampoco se conoce los valores del ndice de Oscilacin Sur (IOS), ni se tiene referencias suficientes acerca de su probable impacto en otras partes del mundo, por lo que no se puede afirmar que se tratase de lo que internacionalmente se conoce como Fenmeno El Nio (FEN). Para ello habra que comprobar la existencia simultnea de un nmero suficiente de alteraciones del clima en varios otros lugares del mundo. Existen, sin embargo, algunos indicios como los sealados a continuacin.

Se sabe que las primeras dcadas del siglo XVIII fueron de abundancia de agua en la costa norperuana; sin embargo, en otros lugares, como en el Brasil fueron de sequa, contraste que es caracterstico del Fenmeno El Nio. La gran sequa de 1722 a 1728 caus mucha hambre, miseria y muerte de ganado. Se formaron grupos de asaltantes en busca de alimentos. La poblacin migr en busca de mejores condiciones de vida. Al tratar de aspectos histricos de las sequas en el nordeste del Brasil Colonial, Maria da Guia Santos Gareis et al. sealan que:

Son pocos los registros de grandes sequas que, como esta de 1722-1728, se presentaron en el litoral. La escasez de mano de obra en los ingenios, motivada por la falta de alimentos y la consecuente mortandad de esclavos, constituy uno ms de los efectos que generalmente formaban parte de las preocupaciones relacionadas con las sequas.

Al respecto es til recordar que, aos despus, durante el Fenmeno El Nio de 1877-1878, de copiosas lluvias en la costa norperuana, hubo una fuerte sequa en el Brasil y en otros lugares del mundo, lo que abre un campo muy grande a la investigacin, pues ha habido coincidencias similares que permitiran establecer que se trat de un Fenmeno El Nio.

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Las lluvias

Segn la amplia informacin disponible sobre las lluvias de 1728, stas se produjeron con gran fuerza durante varias semanas, por lo menos en Paita, Piura, Sechura, Zaa, Chicama y Trujillo. Son varias las referencias que se tiene acerca de lo ocurrido, las que permiten reconstruir lo ms caracterstico del fenmeno.

El puerto de Paita, originalmente San Francisco de la Buenaventura de Paita, es un lugar muy seco, en el que prcticamente nunca llueve y que no tiene ninguna fuente de agua. Fue muy importante durante todo el virreinato, especialmente para las comunicaciones entre Espaa y Lima. Paita tiene una baha muy favorable para las operaciones martimas. Adems, en aquella poca el trfico martimo se haca fundamentalmente entre Panam y Paita, pues navegar hasta el Callao se consideraba peligroso por la presencia de piratas.

Antonio de Alcedo, autor del Diccionario geogrfico-histrico de las Indias Occidentales Amrica, publicado en Madrid en 1787, seala que:

Payta (sic) es una ciudad pequea de la Provincia y Corregimiento de Piura del Per, situada en la Costa de la mar del Sur... ... donde se desembarca para pasar por tierra a Lima y dems Provincias del Per. La poblacin est situada en un terreno arenisco que no produce yerva alguna, ni una sola gota de agua dulce....

En Payta (sic) nunca llueve, y habiendo sucedido el fenmeno raro de llover en 1728, se arruin la mayor parte.

En la obra de Ricardo Palma encontramos una brevsima referencia a lo sucedido, cuando dice que durante el gobierno del marqus de Castelfuerte hubo un aguacero tan copioso que arruin la poblacin de Paita.

En lo que ahora es el departamento de Lambayeque, que corresponde aproximadamente a lo que entonces era el Corregimiento de Zaa (o Saa), la duracin del periodo lluvioso fue de tres meses. Solo durante los Meganios ocurren lluvias de tan larga duracin en una zona habitualmente tan seca. Este dato es sumamente ilustrativo acerca de la magnitud del fenmeno ocurrido y explica el desastre presentado. Esta es una buena muestra del contraste caracterstico de la costa peruana entre el exceso y la escasez de agua. Ha habido numerosas oportunidades, como la de 1728, en que hubo exceso de agua en Lambayeque; sin embargo, en 1968 el presidente Belande no pudo inaugurar la bocatoma Racarumi, del Proyecto Tinajones, porque el ro Chancay-Lambayeque estaba seco. A principios del 2014 hubo en dicho ro una escasez tan grande de agua, que hubo que racionar fuertemente su uso.

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Tenemos amplias informaciones sobre las lluvias de 1728 en la ciudad de Trujillo, en su campia y lugares aledaos. En la Relacin Descriptiva de la Ciudad y Provincia de Trujillo del Per, en su Captulo XII titulado Se refieren las copiosas lluvias que ha experimentado este territorio de Truxillo, el doctor Miguel Feijo de Sosa, quien fue corregidor de Trujillo entre 1757 y 1760, las califica como lluvias generales (es decir, que fueron en una extensa rea y no en un solo lugar) y seala que en el mes de febrero de 1728 las lluvias fueron tan excesivas que corrieron ros de agua por las calles y plazas... de la ciudad. Las lluvias continuaron en el mes de marzo. Seala tambin dicho autor que en Trujillo hubo truenos y relmpagos, que las lluvias duraron cuarenta das y que empezaban a las cuatro o cinco de la tarde y terminaban por la maana siguiente.

Es interesante de sealar que Miguel Feijo, cuya obra se public en Madrid el ao 1763, present como parte final del referido Captulo XII algunas consideraciones sobre el origen de las fuertes lluvias, bajo el ttulo de: Se discurre brevemente en sus extraordinarias causas. Seala all que las fuertes lluvias que ocasionalmente se presentan en la costa

norperuana se deben al predominio de los vientos del Norte (a los que llamaban Nortes) sobre los del Sur (Sures) y explica lo siguiente:

As en el ao de veinte, como en el de veinte y ocho, principalmente hubieron en esta Ciudad, y sus costas, unos fuertes Nortes, con tal violencia, que no permitan la comunicacin de las calles, y Plazas, comprimindose entre tanto los Sures, y por consiguiente los vapores estendidos en nuestra densa admospfera; de lo que parece, que unidos, y represados estos, no siendo ya cuerpos leves, al soplar los Sures descargan su peso en estos valles; y as todas las veces que se encuentran estos dos vientos, a proporcin viene los aguaceros, como se tiene dicho; ...

Aade Feijo que el ao 1747 se observ algo similar en lo que respecta a las lluvias y a los vientos. Ese ao es mencionado como de lluvias fuertes por varios investigadores. Es de notar el carcter que da Feijo al origen de las lluvias, pues lo ubica en el comportamiento de la Naturaleza. Pocos aos antes, el escribano de Zaa atribuy la inundacin a un castigo divino.

Es muy interesante la informacin que da Feijo con respecto a la menor duracin del viaje por mar de Panam a los puertos del Per en los meses de diciembre a abril, que l atribuye a los vientos, y que posteriormente se ha extendido a considerar que la menor duracin del viaje en esos meses, y especialmente en aos muy clidos, se debe al predominio de las corrientes marinas procedentes del golfo de Guayaquil (norte a sur). Este importante punto ya haba sido planteado, en alguna manera, por Agustn de Zrate en 1555.

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En Chocope, cerca de Chicama, tambin llovi fuertemente. Dice Feijo que se formaron numerosos pantanos y que los campos eran una dilatadas lagunas.

Jorge Juan, quien junto con Antonio de Ulloa form parte de la Comisin encargada de medir el arco del meridiano terrestre, inform errneamente que estas lluvias habran ocurrido en 1726, cuando en realidad fueron en 1728, como fue oportunamente aclarado por Feijo. Es importante sealar que para hacer esta correccin Feijo seala que se document debidamente.

Carlos Carceln Reluz, en su Historia del clima de Lima en el siglo XVIII, seala que en 1728, al igual que en 1720, ocurrieron en Lima lluvias no acostumbradas en el esto.

Los daos

Vctor Eguiguren Escudero (1852-1919), presidente del Centro Geogrfico de Piura en 1894, miembro de la Sociedad Geogrfica de Lima y autor de un importante trabajo sobre Las lluvias en Piura, producto de sus investigaciones de Climatologa Histrica, se refiere a las de 1728 y seala que el ro rompi la represa y tajamar que exista frente a la ciudad y arras varias manzanas. Jos Ignacio de Lecuanda, importante personaje de la poca virreinal, autor de la Descripcin Geogrfica del Partido de Piura, seala que en 1728 se produjo la ruina de la ciudad de Piura por abundancia de aguas. Por aquella poca Piura haba consolidado su posicin como zona comercial dentro del virreinato peruano. Su localizacin estratgica la coloc en la interseccin de diferentes rutas de importancia..., dice Miguel Jaramillo; y agrega que Piura era parada obligada en la ruta Lima-Quito, la llamada Carrera de Lima.

Hasta antes de las lluvias de 1728 el poblado de San Martn de Sechura, cuyo nombre se debe a San Martn de Tours, se encontraba ubicado a las orillas del mar. Los daos que sufri durante dichas lluvias fueron de tal magnitud que el pueblo fue trasladado. Cabe sealar que por aquel entonces el ro Piura tena en su tramo final, de muy baja pendiente, un recorrido diferente al que ahora conocemos. En realidad, el ro Piura en su tramo bajo se caracteriza por tener gran inestabilidad, es decir cambios de recorrido. La intensidad de dichas lluvias y descargas fluviales, y su efecto sobre Sechura est descrito en un informe de julio de 1778 del prroco de Sechura don Simn de La Valle Cortez al Obispo de Trujillo y est incluido por el historiador LorenzoHuertas ensulibroDiluviosAndinosatravsdelasFuentesDocumentales. En dicho informe se consigna que el pueblo de Sechura se form primero a las orillas del mar; y contina sealando que:

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... dur hasta el ao 1728 en que llegando las aguas, que baaron todo el reino, a su mayor auge entraron en aquel sitio y en breve rato se vio reducida la capilla y poblacin a la nada, y la tal cual comodidad de los vivientes a una lamentable miseria que solo pudieron hacerla sufrible las providencias del cielo. Mas temiendo repitiese la misma tormenta se retiraron al lugar que hoy poseen....

Las lluvias, que como se dijo anteriormente duraron tres meses, causaron fuerte impacto y destruccin en Cinto, Collique, San Miguel de Picsi, San Pedro de Lambayeque y Santa Luca de Ferreafe que formaban parte de lo que ahora es el departamento de Lambayeque, en el cual, segn menciona Huertas, muri mucho ganado como consecuencia de la notoria peste que se present.

El canal Taymi se destruy una vez ms y qued fuera de servicio un largo tiempo con el consiguiente perjuicio para la agricultura y la economa de la poblacin lambayecana; finalmente, se modific su trazo y se reconstruy una vez ms. Actualmente sigue en funcionamiento. Tambin se sabe que gran parte de la poblacin que aun quedaba en Zaa se traslad a Lambayeque junto con el Cabildo y varias autoridades; otros lo hicieron a Chiclayo. Se dice que en Zaa ni una sola casa qued en pie y que sufri mucho con estas lluvias de 1720 y de 1728.

En el documento antes mencionado relata Feijo con bastante detalle que en el valle de Santa Catalina (ro Moche) exista una acequia grande, hecha por los Indios gentiles, muy ancha y bien formada que llega a los Trminos de esta Ciudad (Trujillo). Seala que se construy un terrapln al que llamaron Mampuesto sobre el que continuaba el acueducto.... Y aade:

Este terrapln, que era bien alto, cerraba un gran espacio de una quebrada entre dos cerros, de lo que result se hiciese una profunda laguna; y humedecidas sus vasas, y cimientos, derrumbndose por lo ms dbil, precipitada la multitud de agua que se haba recogido, corri por los campos inmediatos; y a tomar el curso por la Ciudad, huviera desvaratado parte de sus murallas, y edificios; ms siguiendo a Barlovento, fue a descargar al ro Moche la inundacion, junto al pueblo de Guamn, donde todava se descubre la irrupcin de semejante avenida.

En otras oportunidades, por ejemplo en febrero de 1998, ao de un Meganio, ha ocurrido el mismo fenmeno. La descarga de la quebrada de San Ildefonso arras el cementerio de Mampuesto y lleg hasta la ciudad de Trujillo. Finalizadas las lluvias de 1728 hubo en Trujillo y alrededores muchas enfermedades. Quedaron perdidas las campaas agrcolas. Hubo plaga de insectos y reptiles, respecto de la cual dice el doctor Feijo que a no haberla consumido brevemente la Providencia Divina, no sera capaz de exterminarla la ms activa diligencia humana. Indudablemente que esta informacin guarda correspondencia con un aumento de la temperatura ambiental caracterstica de

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los Meganios. Menciona Palma que por esa poca hubo una inundacin en la provincia de Huaylas, que caus 1000 muertos.

Los daos ocurridos, a los que llamamos Intensidad del Fenmeno, no son necesariamente una evaluacin de su Magnitud. La descripcin de daos es meramente referencial y til para cruzar la informacin. Una lluvia, no muy fuerte, puede causar daos muy grandes, dependiendo de la vulnerabilidad de las estructuras. Por lo tanto, la ocurrencia de Nios en el pasado no puede establecerse, como a veces se hace, a partir de la intensidad (daos), sino que debe hacerse tratando de obtener la magnitud del fenmeno (por ejemplo, el nmero de das de lluvia).

El impacto agroeconmico

El efecto de dos Meganios con un intervalo de slo ocho aos (1720 y 1728) fue desastroso para la agricultura y la economa nortea. Luego de examinar y estudiar los archivos existentes la historiadora norteamericana doctora Susan E. Ramrez ha tratado detalladamente este tema en su libro Patriarcas provinciales. La tenencia de la tierra y la economa del poder en el Per colonial, por lo que a partir de su valioso estudio se presenta a continuacin algunos de los aspectos pertinentes.

La zona que despus fue el departamento de Lambayeque tuvo una poca de gran prosperidad econmica, basada en el cultivo de la caa de azcar y en la produccin de jabn y artculos de cuero, que se extendi a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII y que termin hacia el ao 1720, segn los estudios detallados que ha realizado Susan E. Ramrez. Los excedentes econmicos originados por el cultivo de la caa de azcar, introducida en Amrica por los espaoles, crearon una situacin quizs nica de bonanza y prosperidad en la historia de Lambayeque. Los precios del azcar haban aumentado fuertemente. Se abandon el cultivo del trigo y se multiplicaron los ingenios azucareros. Con la riqueza obtenida los hacendados compraban tierras irrigadas para disponer de agua en sus haciendas caeras. Se construa nuevas tomas y acequias; es decir, se haca grandes inversiones en lo que ahora llamaramos infraestructura de riego. Pero, al entrar el siglo XVIII sucedieron varios acontecimientos que motivaron la ruina de la agroeconoma lambayecana, basada en la exportacin de azcar. Ellos fueron los siguientes:

a) Lluvias, epidemias y plaga de roedores, a principios del siglo.

b) Las lluvias de 1720.

c) Las lluvias de 1728.

d) La cada del precio del azcar.

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Desde fines del siglo XVII las epidemias haban cubierto esta parte de Amrica del Sur, menciona Luis Millones. En 1701 una plaga de ratas y ratones invadi los valles lambayecanos, royendo las caas de azcar y diezmando campos enteros, segn seala Susan E. Ramrez. Y aade que la tercera parte de la caa quedaba inservible para el procesado. Vale la pena recordar que 1701 fue un ao fuertemente lluvioso, lo que podra haber originado las referidas plagas como ocurra cada vez que se presentaba esta situacin asociada al aumento de la temperatura del ambiente.

Susan Ramrez seala que los ros Zaa y Lambayeque se desbordaron, ahogando rebaos enteros y destruyendo muchos de los edificios construidos en las haciendas. Cayalt, importante hacienda azucarera del valle de Zaa, qued totalmente destruida. Y agrega: La inundacin arranc de raz la mayor parte de la caa de azcar y la alfalfa y destroz pastizales y bosques de algarrobos. Las lluvias y los desbordes causados por dos Meganios tan seguidos destruyeron no solo los cultivos, sino toda la infraestructura de riego (tomas y canales). Finalizadas las lluvias hubo que efectuar la labor de limpieza y reconstruccin de las reas afectadas. Al respecto dice Susan E. Ramrez:

La limpieza fue larga y costosa. Las comunidades indgenas y los hacendados cooperaron, aportando mano de obra, alimentos y animales de tiro respectivamente, para la reconstruccin de las principales acequias. Adems, cada hacendado afront el coste de reparar los daos sufridos en su propia infraestructura de riego y dems instalaciones.

Durante los eventos clidos extremos, como el que nos ocupa, son varios los factores que determinan que los daos sean tan grandes. La mayor parte de ellos se debe a la falta de prevencin. De un lado, la accin directa de la lluvia durante varios das o semanas sobre reas, urbanas o agrcolas, usualmente secas, no preparadas para grandes lluvias y, muchas veces, sin condiciones naturales de drenaje. A esto debe aadirse que, en general, muchos de los cauces tienen un lveo formado con caudales bajos o medianos. As, por ejemplo, el cauce del ro Chancay-Lambayeque tena cuando se presentaron las lluvias de 1925 una capacidad de 300 m3/s, pero se presentaron caudales estimados en 1500 m3/s, lo que provoc su desborde.

Existen muchas quebradas consideradas errneamente como secas, y la poblacin se asienta sobre sus cauces y desarrolla agricultura. Al ocurrir un evento clido las quebradas se activan y producen graves daos. En las zonas ridas y semiridas la agricultura es por riego mediante un sistema de tomas y canales. Las grandes lluvias y descargas no acostumbradas causan que este sistema de distribucin de agua se convierta en una trampa mortal, pues conduce gran cantidad de agua hacia las tierras agrcolas causando su aniego. En la campia de Zaa el desborde del ro produjo la destruccin de todo el

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sistema de riego, constituido por bocatomas y acequias. Las tierras agrcolas se cubrieron de piedra y lodo y, por cierto, se perdieron las cosechas.

A lo anterior se aade que por diversas circunstancias el precio del azcar baj notablemente. En varios valles de la costa y en otros lugares del Per se haba empezado a cultivar la caa de azcar. Todo esto contribuy a la ruina de la agroeconoma lambayecana. Los historiadores Manuel Burga y Nelson Manrique en su obra Rasgos fundamentales de la historia agraria peruana sealan que La costa norte, a partir de 1720, haba cado en una crisis agraria que tendra una duracin secular. Los trapiches fueron abandonados y las poblaciones esclavas se envejecieron y deterioraron progresivamente.

Reflexiones finales

Se concluye, mediante el empleo de la Climatologa Histrica, que hay suficientes elementos de juicio para afirmar que las lluvias de 1728 tuvieron una gran duracin, que lleg a los tres meses, y que se extendieron a lo largo de toda la costa norperuana. Se sabe que hubo un aumento de la temperatura del ambiente. No se tiene mediciones, tal como las entendemos ahora, de ninguna de las variables involucradas. El dao causado a la agricultura, especialmente lambayecana, a la economa en general y a la vida y salud de la poblacin, fue terrible. Se trat, pues, de un Meganio de la costa norperuana. Merece una reflexin especial el hecho de que este Meganio se presentase tan solo ocho aos despus del anterior. Pero, an no hay elementos suficientes para afirmar que se tratase de lo que internacionalmente se conoce como Fenmeno El Nio. 63 aos despus, en 1791, se present en la costa norperuana el tercer y ltimo Meganio del siglo XVIII.

Referencias

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